CRÓNICA DE LA XXXVI OLIMPIADA
MARIANISTA
La Iglesia del colegio Santa María del Pilar estaba a rebosar.
Jugadores olímpicos, entrenadores, coordinadores, dirección, voluntarios y un
largo etcétera abarrotaban los bancos y laterales.
Un video inaugural ha logrado el silencio y tras él la
presentación de las delegaciones. Un alumno de cada uno de los dieciséis
colegios participantes ha salido en representación de sus compañeros. Aplausos
de ánimo e ilusión tronaban en la
Iglesia.
Jesús Fernández Liébana, director de Santa María, ha agradecido la asistencia a los
2000 deportistas olímpicos en su discurso de inauguración y ha invitado a todos
a sentirse como en casa. Tras él ha tomado la palabra Manolo Díez, Presidente del Comité Nacional
de las Olimpiadas, quien ha hecho hincapié en el carácter excepcional de este
evento deportivo, único en España. Manolo ha presentado a su predecesor en el
cargo, Gregorio
Pérez, alma de
estas olimpiadas desde hace 36 años. Los dieciséis colegios le han hecho un
regalo para agradecerle su esfuerzo, dedicación y presencia. “Mi mayor ilusión es que este
fuego siga quemando ilusiones”, ha dicho. Los tres han invitado a los jugadores a disfrutar
con deportividad y a vivir este evento que nunca olvidarán. “No hay una olimpiada igual que
otra, todas tienen algo que las hace especial y diferentes” ha afirmado con alegría
Manolo.
Rafa, el párroco,
ha dado la bendición con unas bonitas palabras. Con él, la Iglesia entera ha rezado
el Padre Nuestro. “A
por ello”, ha animado
a todos con su salero jerezano.
Tras sus palabras, las luces se han apagado, el silencio
embargaba el templo y, desde el fondo, cuatro deportistas nos sorprendían
portando la bandera olímpica entre los vítores de los asistentes. Ya en el
altar, dos focos iluminaban la bonita estampa con la “Puerta de Alcalá” como
escenario. Pedro
Aldea ha sido
el elegido para encender el pebetero con la antorcha olímpica. Permanecerá
encendido hasta la clausura de esta 36 Olimpiada Marianista.
Tras la lectura del decálogo del buen deportista, una bonita
coreografía ha dado el broche final a esta emotiva inauguración. La formación
de los aros olímpicos con cintas de gimnasia rítmica nos ha hecho vibrar a
todos.
Sabemos que
este conmovedor acto va a ser reflejo del espíritu marianista presente en cada
encuentro. La comunidad marianista somos una gran familia y los valores de
amistad, respeto y limpia competitividad van a estar presentes en esta edición
de las olimpiadas.
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